Escudado tras el esquema del diario, damos un salto atrás en el tiempo. Mientras que Jonathan está en Transilvania, descubriendo amargamente que las supersticiones a veces son fundadas, conocemos otros personajes, otras tramas aparentemente banales. ¡Que si declaraciones amorosas, que si vacaciones a la orilla del mar, que si planes de boda! ¡Oiga, qué tengo el alma en vilo!
A lo largo de estos cuatro capítulos me he ha hecho preguntarme ¿quién es verdaderamente Drácula? Si al comienzo del libro simplemente creía que era un monstruo más, un ser que se alimenta de la sangre de los demás, ahora tiendo a pensar que es otra cosa. El hecho de que sólo se le pueda combatir con símbolos religiosos (al menos hasta ahora), en concreto crucifijos, me hace preguntarme ¿será Drácula la mismísima encarnación del Mal, el diablo en persona? ¿Es el chupar la sangre una alegoría de robar el alma?
Nunca he visto una película de Drácula, que no fuera en clave de humor. Es todo lo que mis nervios pueden soportar. Después de leer la descripción más que del personaje en sí, del efecto que tiene en aquellos que lo han visto, no creo que ningún ser humano pueda representarlo fidedignamente.
Este tramo de la novela me ha dejado con muchas incognitas. Por ejemplo, no alcanzo a comprender por qué algunos personajes están intranquilos con la próximidad del mostruo. ¿Qué tienen de especial? ¿Por qué sólo ellos y no todos u otros? ¿Tiene el autor un plan determinado, una razón cierta o son exigencias de la trama, recursos para aumentar el suspense? ¿Por qué la tripulación del barco no verbaliza sus temores? ¿Cómo consigue Drácula casi su complicidad?
Hace mucho tiempo, cuando vivía en Alemania y mi mejor mitad me cortejaba, me llevó a dar un paseo al cementerio. Al leer el libro, descubro que los ingleses tienen una relación con este lugar parecida a la de los alemanes. En alemán se le dice Friedhof, jardín de paz. Allí los cementerios son jardines verdes llenos de flores con alguna piedra (losa) bastante espaciada y caminos bien delimitados para pasear. No sólo se va a allí a visitar un familiar/amigo/conocido. Sospecho que los protestantes tienen una relación diferente con la muerte. A mí no me entusiasmó nada pasear entre las tumbas. Aquí los cementerios son pequeños lugares grises donde las tumbas se hacinan literalmente unas encima de otras y escenario de todo tipo de historias de horror. En fin, que me chocó que Lucy y Mina escogiesen el cementerio de pueblo como lugar casi para todo: pensar, tranquilizarse, hablar, contemplar el paisaje...
Me hace gracia el retrato que el autor hace de los métodos psiquiátricos del momento. Bram Stoker se quedaría alucinado si supiese que hoy en día los hospitales psiquiátricos casi han desaparecido. Tal vez estemos todos locos y la ciudad sea un gran psiquiátrico. Sería otra manera de ver el asunto. Pero me voy por las ramas. Aquí llego a otra de las preguntas que la lectura me ha suscitado, ¿cuál es la conexión de Reinfeld con Drácula? Yo creía haber entendido que Drácula nunca había salido de su país. Y por último, ¿qué es ese perro feroz que saltó de la goleta al llegar a puerto? Hasta ese momento, no habíamos tenido noticia de su existencia al bordo del barco.
¡Um! Esto se está poniendo feo.
Me voy a devorar unos capítulos más.
7 Reacciones a Drácula, 2ª semana
Coincido con dos de tus observaciones, a saber: Dracula, mucho más en la novela que en el cine y derivados, es la encarnación del mal, que reviste varias formas concretas:el propio conde en su morada, murcielago, sombra fantasmal o con vaga forma de hombre; y otras de tipo, digamos espiritual, los efluvios del mal, que son percibidos y sentidos por personas diferentes de modo distinto.
No es el caso del capitán del barco que tiene pruebas concretas sobre él y sus terribles actuaciones, pero no toma ninguna medida, aunque parece saber de que se trata. Cuando se queda solo es cuando se ata al timón con simbolos religiosos en sus manos.
Es curioso que en el barco todos parecen resignarse al "imperio del mal".
Los que lo perciben son Lucy y el loco Reinfeld. Parecen personas predispuestas a que el diablo se haga con ellos.
Habría que preguntarse porqué. ¿La locura asesina?, ¿cierta debilidad de carácter?, ¿el destino?
Tambien coincido en que la trama va "in crescendo" y es muy ingeniosa.
Al comienzo del capítulo V, se extraña uno del cambio de ambiente y del relato de la felicidad de las dos chicas, sobre todo de Lucy. Mina echa de menos a Jonathan.
Van siendo descritos los diferentes actores de la trama.
Luego van apareciendo señales, digamos raras:el sarcástico relato del viejo lobo de mar, sobre el cementerio y las tumbas vacías; el extraño barco a la deriva, la calma seguida de tormenta;la inquietud de Lucy, que se manifiesta en un progresivo sonambulismo... todo ello de lo mas inquietante.
Ya sabemos que Dracula (el maligno) ha empezado a actuar; y que Jonathan ha vuelto.
Unas observaciones desconectadas:
Lo que dice Conguito sobre los cementerios y la cultura me ha hecho pensar. Es verdad, donde me crié y también donde me encuentro ahora, muchos cementerios parecen parques y son lugares bonitos y tranquilos. De hecho, durante mi niñez, vivíamos al lado de un cementerio cuáquero y sí que parecía parque con sus losas bajas a la altura del césped para que no se las vieran hasta estar casi encima de ellas, y fuimos a jugar muchas veces en una grandísima haya llorona que había allí y nos entreteníamos buscando las losas más viejas. No fue por falta de respeto, sino que lo considerábamos como un lugar más que formaba parte de nuestro mundo de niños. Bueno, todo esto es para decir que sí, es cuestión de la cultura, pero en este caso creo que también permite la yuxtaposición de lo vivo con lo muerto… y con lo que no es ni el uno ni el otro.
Impasse ha comentado la falta del capitán de tomar medidas contra Drácula. Es la repetición de lo que hizo (o no) Jonathan en Transylvania.
Y ambas, Conguito e Impasse, han hecho referencia a temas religiosos. A mi me ha chocado la gran cantidad de alusiones bíblicas, sobre todo con Renfield y el Dr. Seward. ¿Será sólo para clasificarlos como fuerzas de lo bueno o de lo malo, o para darles a los personajes papeles bíblicos? Por ejemplo, Renfield habla de la llegada de su “Señor” tal como un Juan Bautista y parece ser “la sombra del porvenir” o cómo sea en español… y Drácula quita la vida de Sr. Swales como Jesús daba la vida, y luego se instala en una capilla arruinada….
Y hablando de Swales, me ha costado bastante entender su dialecto y por fin tuve que buscar algunas traducciones de su inglés al mío. Por ejemplo, aprendí que "crammle aboon the grees" = "limp up the steps" – uyyyy, si seguimos con los dialectos, este libro va a ser muy instructivo. Se supone que el Sr. Swales fue asesinado por Drácula, quizás en forma de perro, pero creo que en realidad fue su dialecto que por fin le mató, jeje.
Hola Conguito :
Me ha parecido muy interesante tu comparacion de sangre y alma . Me ha hecho recordar que hay alguna religion aun hoy día que rechaza las transfusiones de sangre por ese motivo(los testigos de jehová , quizas? no estoy segura )
Creo que le daré un par de vueltas mas a esta idea . Es de lo mas sugerente .
Y respecto a su propio paseo por los cementerios ... no debió habe ido tan mal ... puesto que aún se siguen paseando juntos !
un abrazo .
Tenéis que perdonar la traducción de los platos, el traductor del Google funciona de una forma muy primaria
Bridget, tienes razón: el capitán y Jonathan no hacen nada para combatir a Drácula o al mal. Esa coincidencia se me había pasado por alto!
Es verdad que hay muchas citas bíblicas. Todo esto me hace reafirmarme en la idea de que Drácula es la mismísima reencarnación del Mal, con mayúsculas.
Ánimo con el galés, en la traducción al español es simplemente español mal pronunciado, así que mucho más fácil, menos mal que no nos lo pusieron el catalán, por ej.! Lo cual me hace pensar que menos mal que no tengo la versión original...
Prunus, ya sabes que al comienzo de una relación somos más proclives a hacer la vista gorda...
saludos
Impasse, no estoy de acuerdo con que el capitán se de cuenta de la situación y no haga nada. Tiendo a pensar que es tan descabellado tener al diablo a bordo que ni se le pasa por la cabeza. Percibe que hay un problema pero no le toca a él lidiar con él sino al primero de abordo y lo deja en sus manos: craso error.
Sí, la verdad es que las señales son de lo más inquientante, desde el sonambulismo de Lucy hasta los discursos del lobo de mar, la convalecencia de Jonathan. Espeluznante.
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