Las Uvas de la Ira, 2ª semana

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Drácula era una historia de fantasía, bien apartada de mí y de la vida cotidiana. Otra Vuelta de Tuerca nos molestaba tanto que tuvimos que cambiar el final. Me identifico más con Las Uvas porque los paralelos y las conexiones conmigo y con el mundo de hoy son más aparentes.

Mis abuelos me han hablado de sus experiencias durante la Depresión… de tener hambre, de abandonar la escuela para trabajar…. Mi abuelo nos contaba de una serie sin fin de bocadillos de cebolla cruda para almorzar, y nos dijo que ya había comido su cuota de nabos durante esa época y que no iba a comer otro nunca jamás (y efectivamente no lo hizo). Mi abuela todavía rehúsa comer las habas porque tantas veces su familia no tenía nada más que un tazón de ellas para cenar.

Y más allá de la familia, ayer vi una noticia de una tormenta de polvo grandísima en Australia, y las fotos me suenan. Recuerdo a los trabajadores emigrantes que vinieron a mi pueblo para los champiñones, y veo que en Calais, acaban de demoler un campamento de emigrantes.

Conozco y he conducido una parte de la ruta 66 – la legendaria “carretera madre” que ha inspirado canciones y películas (y el concierto que Conguito y yo vimos en Pennsylvania hace dos meses). Aquí tenemos a Buck Norris y su versión "country" de Route 66:

En fin, veo más conexiones con este libro que con los anteriores, y eso me anima a situarme en él.


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“¿Cómo podemos vivir sin nuestras vidas?

¿Cómo sabremos que somos nosotros sin nuestro pasado? No. Déjalo. Quémalo.”

-- Capítulo 9

Los Joad tienen que marcharse de su granja y de su pasado, y avanzar hacia un futuro incierto. Se preparan – construyen una especie de camioneta, matan a los cerdos, y llenan cajas con los platos, los vasos, las mantas, etc. A la hora de escoger los tesoros personales, los niños optan por una muñeca, un arco, un palo…. Me chocó que Ma Joad decidiera quemar las fotos y las cartas que tenía aunque no habrían ocupado mucho espacio. Eso me dio que pensar. ¿Qué llevaría yo si tuve que marcharme con una docena de familiares en una camioneta estropeada en un viaje de 3.000 km hacia no sé qué? Mientras más lo pensé, más convencida estaba de no llevar nada porque cualquier cosa personal sería un lastre. Si no pude comerla, venderla o usarla, la dejaría. Abandonar, vender o quemar el pasado, tal como los Joad. Pero sólo soy una persona, quedan 11 más. ¿Qué llevarían ellos? Se lo pregunté, y aquí tenemos las respuestas:

mamá: una brújula en forma de broche que perteneció a mi padre… las memorias

papá: el walkman

abuela: el abrigo

amigo 1: la Biblia de la familia para aguantar los días difíciles, y unas fotos de la familia para acordarme de los días buenos

amigo 2: el portátil porque tiene fotos de mi vida y de mi familia y otras cosas que me afirman la identidad… mis mejores pinturas, enrolladas… mis 5 libros mejores… mis documentos (certificado de nacimiento, pasaporte, etc.)… mis gafas. Ah, y le atropellaría a esa j***** tortuga.

amiga 3: el portátil, un espejo (polvera), todo lo que cabe en mi bolso

amiga 4: fotos, las joyas especiales, semillas… metería todo en los recipientes más hermosos y durables con la máxima importancia emocional

hijo de la amiga 4 (6 años): mi muñeco y mi bici


¿Y vosotr@s?

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7 Reacciones a Las Uvas de la Ira, 2ª semana

septiembre 25, 2009

¡Uff, Bridget! Me pones en un brete. Tengo que pénsarmelo muy bien. Creo que me llevaría a mis seres queridos.

Madrina E.
septiembre 28, 2009

Bridget, estoy totalmente de acuerdo contigo en lo dificil que resultaría elegir qué llevar y qué dejar, todavía no lo tengo claro y llevo pensando en ello muchos días. Contando con ir con mis seres queridos, en lo material me llevaría agua y comida y también unos zapatos cómodos, ropa y jabon. No tengo ningún objeto al que tenga especial arraigo así que me llevaría lo básico.
Besos.E.

septiembre 28, 2009

Sí, claro, todos quisiéramos llevar muchas cosas, todo nos es importante (como el amigo nº 2). Lo difícil es que no hay sitio. Ya he estado ahí. Cuando tuvimos que meter todas nuestras pertenencias en la mudanza y vivir durante seis meses con lo que cabía en una maleta: ropa, cuatro libritos infantiles, unos coches y dos barbies. Enanos nº1 y 2 tenían 4 y 2 años respectivemente. Se me rompía el corazón de ver a la enana meicendo una barbie como si de un bebé se tratara...
Pero al final lo principal era que estábamos juntos. Lo demás lo arreglas sobre la marcha. Por eso creo que eso es mi prioridad: la unidad familiar.

Bridget
septiembre 29, 2009

Madrina E., es una pregunta dificil, ¿no? El hijo de una amiga de mi mamá vive en las montañas de California muy cerca de los incendios de hace un rato. El fuego había llegado a la próxima cresta y él estaba listo de irse si venía más cerca. ¿Y qué iba a llevar? Los gatos en sus bolsos transportines y una bandera que pertenecía a su padre. Nada más. Su mamá comentó que era un oportunidad interesante de ver qué le importaba más, y que nunca habría adivinado lo de la bandera.

Conguito, veo que sí eres Ma Joad, o por lo menos la reincarnación de ella. ¿Y qué llevarían los enanos?

septiembre 29, 2009

Esta es una pregunta a la vez complicada y peligrosa. Diría que depende del tiempo que se tiene para decidirse. si tienes que salir corriendo, probablemente nada. La integridad física es lo primero. Si tienes algo de tiempo, entonces diría que
- la enana nº1: plancha del pelo y peluche ralle bär
- el enano nº2: es muy difícil, pero cartas de magic y algo de dragon ball
- enano nº3: dragon ball, balón fútbol y botas fútbol.

sin garantías.

Tengo que admitir que admiro mucho a Ma Joad, el alma del clan, pero creo que me da mil vueltas, su vida es taaaaaaaan dura...

Madrina E.
septiembre 30, 2009

Pues a mi hijo nº 1 le daría un patatús porque nunca quiere tirar nada, ni unos calcetines llenos de agujeros el otro día sin ir más lejos. Sé que acertaría con un balón de futbol.
Con la hija nº 2 lo tendría más fácil, algún muñeco, coches o algo para jugar, lo que sea porque le gusta jugar con todo.
Besos para las dos.
E.

septiembre 30, 2009

Unas tijeras. Es lo primero que se me vino a la mente. Unas tijeras y las fotos de mi padre, guapísimo vestido de aviador.
Seguramente que un psiquiatra haría un estudio apasionante sobre el por qué de las tijeras.
Podría cortarme el pelo, las uñas...
Quizás el subconsciente me hay traicionado y sea la manera de "cortar" todo aquello que no me gusta.