Madame Bovary. 2ª Parte, capítulos 13-15

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El afamado Dr. Freud se lo hubiera pasado en grande analizando a Emma. Es un caso tan claro de histerismo... Si tuviéramos que definir a madame Bovary con un lema, con una palabra, esta podría ser exaltación. Es la exaltación la que la ha llevado a este matrimonio tan desigual, al adulterio, a los gastos innecesarios, a su desastre de vida.

Flaubert es un maestro del suspense. Justo cuando estamos recuperándonos del abandono de Rodolfo (mediante carta, hay que ser cobarde, pero eso es otro tema) y pienso que Emma se está tranquilizando. Ahí, en plena representación de la ópera, cuando se acuerda de su boda y reflexiona sobre lo inútil de las pasiones, aparece León. Para coger el testigo, como quien dice.

No sé si me irrita más el comportamiento de Emma, o el de su marido. ¡Hay que ser necio! Se podría pensar que está ciego de amor por su mujer, pero a mí simplemente me parece necio. Es imposible que no sepa nada de los amoríos de su mujer. ¡Si todo el pueblo lo sabe! Tal vez en esa época no hubiera más remedio que mirar hacia otro lado, no sé.

Y así, con el pretexto de la loca de Emma, Flaubert nos va mostrando la amplia paleta de las miserias humanas: el simple (Carlos), el pretencioso y cursi (farmacéutico), el don juan (Rodolfo), el ratero (Lheureux), los caraduras (nodriza y familia), la suegra (madame Bovary madre)...

El cuadro es de la condesa de Vilches, por Madrazo. Así se imagino yo a Emma, si hubiera esperado a un hombre que la pusiera en las más altas esferas, donde ella piensa que debe estar.

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3 Reacciones a Madame Bovary. 2ª Parte, capítulos 13-15

abril 06, 2010

Magnifico comentario de tu parte.

Casi no se puede añadir nada.

Voy a ir a comentarios concretos. Es entre siniestra y divertida la escena de Rodolfo devanandose la sesera para decirle a Emma, por carta, que rompe con ella.
El lo ha tenido claro todo el tiempo. Se "aprovecho" (desde su punto de vista ) de las, para él, cualidades de Emma, cierta inocencia y frescura que no ha encontrado antes. Su apasionamiento que lo adula; tambien la ha encontrado demasiado exaltada y ha ido conduciendo la relación, como dice F., hacia una relación casi conyugal. Ah!,pero Emma no soporta la rutina y despues del intento fallido de apreciar a su marido, ha ideado una fuga, para conseguir sensaciones fuertes.
Rodolfo le da largas, no entra en sus planes semejante locura, pero finalmente tiene que cortar. La escena es tragicomica; tiene que ayudarse de los recuerdos de Emma, mezclados con los de sus otras conquistas, para inspirarse. Se divierte pasando las cartas de una mano a otra, mientras vuelan.
Por fin una vez escrita la carta se fuma tres pipas y se va a dormir.
La reacción de Emma,que la lleva a la enfermedad, tan exagerada como todos sus sentimintos, está motivada mas por la furia y el despecho que por ninguna otra causa.
Durante la convalecencia vuelve otra vez a la religión y a la sociedad, pero como podemos suponer a unas aspiraciones como las suyas esto no resuelve.
Durante la función de ópera se siente identificada con los personajes, mientras su marido la exaspera al no entender nada del argumento y todavia menos lo que ella está sintiendo.
El propio y necio de Carlos le pone
el "remedio" en la mano. Ahora, a pesar de rechazarlo al principio, Carlos la ayuda a lanzarse en brazos de Leon.
¿Solucionara esto las aspiraciones de Emma?

abril 09, 2010

A mí me escandalizó, sí, lo tengo que decir así, la escena de la carta de Rodolfo. Es una manera ejemplar y sublime de escenificar lo poquísimo que Emma es, o más bien, ha sido, para él. Una vez tomada la decisión, no se acuerda ¡ni de su cara! ¡Pero si la acababa de ver! Una vez más, brutal.

A estas alturas ya está claro que Carlos es más simple que un cubo. Un cubo es un artefacto harto complicado en comparación con él, además de cumplir una función muy útil.

abril 09, 2010

Efectivamente la cinica escena de la despedida-espantada de Rodolfo es brutal,(como casi todo en la novela) sentimientos y reacciones crudas y duras.
A mi me parecio desde un punto de vista literario, magnifica; muy finamente explicado el poco valor que Emma tiene para su amante.
Qué contraste de sentimientos, mientras ella quiere fugarse con él y dejar toda su vida, bastante cómoda por cierto, él necesita inspirarse con objetos concretos para escribir la carta. Como tú dices, aunque acaba de dejarla, casi no recuerda nada de ella.
El amor está ausente de los sentimientos de ambos. El ha tenido una aventura, como tantas otras; ella busca la exaltación romantica, como siempre, y le produce una furia, que la lleva a la enfermedad, no conseguirla. De hecho, una vez convaleciente tampoco se acuerda demasiado de Rodolfo.
F. nos lleva hasta el fondo de las personalidades de los protagonistas;
Por eso es tan gran escritor.